La Unión Europea y la OMS definen la potabilidad del agua según 63 parámetros (desde 1980).
En 2003, algunos parámetros se revisaron a la baja (nitratos, plomo...) y une veintena de parámetros desaparecieron de las normas...
Además, en los análisis más corrientes (los que se muestran en los ayuntamientos), normalmente solo se miden una decena de parámetros...
Actualmente, se han registrado más de 3000 contaminantes…
¡ A nivel agrícola más de 900 moléculas están homologadas ! Por eso, las conclusiones de los análisis con casi siempre las mismas, es decir :
Agua conforme con respecto a los parámetros medidos…
En efecto, ¡ es imposible medir lo que no se busca !
Se distinguen 3 tipos de análisis :
e clasifican según la naturaleza y el número de bacterias o cepas buscadas: B1, B2, B3…
Permiten medir los caracteres organolépticos del agua (sabor, olor, temperatura, transparencia) así como la composición fisicoquímica del agua. Al igual que para el análisis bacteriológico, se clasifican según el número de parámetros medidos: C1, C2, C3…
Son más delicados porque requieren saber exactamente lo que se busca para realizar la medición. Para simplificar, en general se busca por familia de contaminantes.
Para cada búsqueda de contaminante corresponde un análisis con una manipulación especial.